Me gusta tener una bitácora.
Si, porque así ustedes me pueden leer y conocerme y les puede gustar. O no.
Si, porque no me importo si les gusta a ustedes o no. Miento.
Sí, me importa lo que piensan y lo que hablan y me importa que vengan acá y comenten, que hablen bien o hablen mal.
Sí, porque el principio de la comunicación es la interacción. Y de nada sirve que yo escriba pensando que van a leer si no los conozco y no sé por que pasan en mi bitácora, o qué buscan acá. Sí, de nada sirve la comunicación sin los interlocutores. INTERLOCUTORES, no emisores y receptores, no quién habla y quién escucha, no quién manda y quién obedece. La comunicación es un diálogo, una orquesta como dijo Winkin, y no un telégrafo.
Así, me gusta que hablen, me gustar escucharlos, me gusta leerlos también.
Dejen sus links en mi blog, me gustará leer también lo que piensan ustedes.
Dejen comentarios, críticas. ¿Les ha gustado el último post? ¿Les pareció muy inmaduro, muy tonto? Es porque necesito saber, me gusta saber, me gusta aprender y ustedes, mis lectores, son mis profesores, mis amigos, mis hablantes.
Sí, me gusta ser un pez. Me gusta tener un blog. Me gusta muchísimo descubrir el mundo que existe mas allá de mi acuario.
Me gusta hablar con ustedes. Hablen conmigo también, siempre.